sábado, 26 de enero de 2008

Recordar es vivir...

Por Alvaro Riet

Image Hosted by ImageShack.us

Creo que viene mejor recordar, y más en estos momentos de tristeza futbolística que vivimos. No me parece adecuado meter el bisturí en la reciente debacle de nuestra selección Sub-17.Por eso y recordando que el pasado 24 y 25 de septiembre en nuestro Uruguay se conmemoró el Dia del Patrimonio, justamente una de las figuras a recordar es nuestro inolvidable relator, Carlos Solé.Comencé a crecer oyendo a Carlos Solé y luego a Heber Pinto, para mi uno de los más grandes innovadores en materia de relatar fútbol.Pero el recuerdo de hoy es para Carlos Solé. Quiero compartir algunos recuerdos, como aquel tercer partido entre Peñarol-River Plate, en Chile, por Copa Libertadores.De por sí el encuentro fue super emocionante, más si usted, como yo, es hincha de los aurinegros. El relato de Solé y la despedida que hizo al terminar el partido, aún hoy la tengo grabada en mi mente desde aquella época. Me emociona y pone la carne de gallina, pecando de antiguo con esa expresión.¿Cómo me voy a olvidar cuando Solé se salió del libreto y pecando al usar expresiones casi prohibidas para esa época, dijo en su comentario final del desafío? “Peñarol, esta noche, aquí en Santiago, ganó, si ustedes me permiten una expresión poco académica, ganó a lo macho”...Antes de poner esa histórica joya periodística, dijo en el comienzo de ese análisis: “Peñarol se fue recuperando en el segundo tiempo, al igual que aquel enfermo convaleciente, que comienza a dar sus primeros pasos”...Alguien que sabe mucho escribió en El País, el relator es un poeta, esa esencia no se la matan ni los incidentes en las tribunas, ni las groserías de los hinchas, continuaba diciendo nuestro hombre en El País, el relator ensancha las imágenes y les trasmite sensaciones y emociones.Carlos Solé hizo vivir a nuestros mayores, momentos inolvidables, pero para mí y en el recuerdo, esa de Chile, fue eso, inolvidable.Lejos en el tiempo pero fresco en mis primeros recuerdos de fútbol, está aquella frase de Solé en el mundial del ’54, cuando en el último zarpazo se le empató a los húngaros viniendo de atrás y forzando el alargue. Qué que más claro que aquel concepto; “el leon sacudió la melena”...Un merecido homenaje, a un hombre-relator que es patrimonio de nuestra tierra Oriental.Luego llegó Heber Pinto, con sus creaciones notables que le dieron al fútbol de esa época, una identificación de por vida.Una vez más debo referirme a Peñarol y su época de gloria en la década del ‘60, cuando en Buenos Aires, también en el tercer partido por Copa Libertadores ante el Santos de Pelé, al anotar el Pepe Sasía el gol de la victoria, Heber Pintos se descolgó con el grito de gol y aquella frase tambien histórica, “Pepe el grande”...Ni olvidar cuando en el mismo partido, Juan Joya marcó el gol de empate, luego del gol se tiró aquel “negro el 11”...Hubo muchos relatores, mi padre me habló de Duilio De Feo, de Chetto Peliciari y otros. Mis respetos, no los conocí. Si los escuché en grabaciones de aquellas epocas, pero en mis primeros recuerdos y emociones está Carlos Solé y luego Heber Pinto.Ya instalado en Nueva York con mi esposa, se estableció por méritos propios en nuestro Uruguay Carlitos Muñoz, amigo, compañero a compartir en cada uno de mis regresos a Montevideo.Creo que ha sido después de Carlos Solé y Heber Pinto, nuestro mejor relator hasta hoy día. Carlitos tuvo creatividad, le puso esa emoción diferente, en una época que fue diferente.Era otro estilo, con un léxico más liberal, quizás grosero para aquellos que son químicamente puros e incapaces de decir un carajo.Carlitos nos hizo lagrimear a la distancia de emoción, cuando Uruguay ganó un partido clave en una Copa América y al grito de gol le agregó su : “¡Uruguay, carajo, nomás!”...A veces, con los relatores, hablando de los nuestros y de aquella época, más allá de la perfección en el relato y la exactitud en los nombres, quedaba y emocionaba la forma de decir las cosas, más allá del grito de gol.Volviendo a Carlos Solé, siendo yo muy niño, (ojo no se sonrían), un día mi padre me trajo una hoja de papel dividida en cuadrados numerados. No entendí un pito de la cosa, pero me explicó: éste es el estadio Centenario y Carlos Solé, para que nosotros podamos seguir el partido en la radio y ubicar donde se está jugando, lo ha dividido en cuadrantes.No se si algún veterano se acordará. Solé decía por ejemplo: la pelota se va afuera a la altura del cuadro 17. Usted miraba la hojita y ubicaba la zona donde se estaba jugando el partido, verídico e histórico, verídico y diferente.Por eso pienso que es de total justicia en el Día del Patrimonio en Uruguay, recordar a Carlos Solé, un grande entre grandes, un maestro que le puso números al estadio, genio total, vayan mis respetos y mi aplauso a Don Carlos Solé, un grande sin límite ni espacio... Leonardo Guzmán escribió en El País refiriéndose a Carlos Solé algo que me parece justo repetir: fue relator por oficio y persona por profesión...Por eso, recordar es vivir. Vivir aquellas emociones, aquellos momentos, aquellos monstruos del relato...

No hay comentarios.: